viernes, 13 de abril de 2012

ATENCIÓN PADRES DE FAMILIA: RETOMA DE VALORES!!!

Un reciente informe publicado en la revista Argumento (segunda semana de diciembre de 2011), y con datos de una firma encuestadora de indudable seriedad, puso en evidencia lo que ya a la gran mayoría de colombianos les es sentido común: que el regguetón, esa “música” que escuchan los jóvenes de los sectores marginales de las grandes ciudades, no sólo es resultado de las condiciones de miseria allí imperantes, sino que es en sí expresión de la degradación humana y pobreza cognitiva propia de quienes han descendido en la escala humana.  

1. Los siguientes son algunos de los hallazgos (en una muestra de 750 jóvenes, de Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla):

2. La pobreza musical del regguetón es tal, que todos los temas, de los más de mil que circulan hoy día, tienen las mismas notas; lo único que varía es la letra.

3. La letra de esta mal llamada música por lo general trasluce obsesiones sexuales, propias de individuos propensos al delito y al abuso de quien se halle cerca.

4. Los “compositores” y “músicos” de este mal llamado ritmo, son generalmente presidiarios, cuyos crímenes y delitos tienen en común el robo callejero, el atraco a mano armada y el asalto sexual.

5. Los jóvenes que escuchan esta “música”, son personas marginadas económica y socialmente, con traumas psicoafectivos y tendencia delincuencial (82%)

6. Si se tiene en cuenta que un coeficiente intelectual “normal” estaría entre 100-150, quienes escuchan esta “música” apenas frisan el 0,14-0,33; es decir, su inteligencia sería comparable a la de un niño de dos años (89%).

7. Se encontró, por último, que quien reacciona de manera positiva ante estos ritmos, tiene un total desconocimiento de la música que sólo se mueve por reflejo inducido; es decir, carece de voluntad.

Así, se llegó a la conclusión de que el regguetón es música para animales, en el sentido propio de la palabra.